XL Aileen

En la quietud del amanecer, cuando el mundo todavía descansa, una joven sostiene delicadamente dos aves en sus manos, simbolizando la promesa y la esperanza que brotan con la frescura de la juventud. Esta escultura, capta un momento de conexión pura y la anticipación de nuevos comienzos, es una invitación a reflexionar sobre el potencial ilimitado que reside en cada uno de nosotros.

La obra, elaborada en arcilla negra y cobrando vida a través de pigmentos naturales, mide 120 cm de altura y se extiende sobre una base de 25x30 cm. Representa la gracia, la belleza externa, la fuerza y la luz interior que iluminan el camino hacia nuestros sueños y aspiraciones.

A usted, se le presenta la oportunidad de acoger en su entorno esta manifestación de belleza y propósito. Y embellecer un espacio con su presencia, así como también invitará a su vida un constante recordatorio de la importancia de nutrir y proteger las esperanzas y sueños que nos impulsan hacia adelante.

Imagínese cómo esta joven, con su postura tranquila y serena, podría inspirarle cada día a vivir con el corazón abierto, a abrazar con amor y cuidado esos ideales y pasiones que hacen vibrar su ser. Permita que esta obra se convierta en un faro de inspiración, un símbolo del eterno rejuvenecimiento del espíritu y de la incesante búsqueda de la felicidad y la realización personal.

Esta pieza no es meramente una escultura; es un llamado a redescubrir y reafirmar su luz interior, a recordar que, independientemente de la etapa de la vida en la que se encuentre, siempre hay espacio para el crecimiento, la alegría y la realización de los sueños. Haga de esta figura un testimonio de su compromiso con la vida, una celebración del viaje hacia la autenticidad y la expresión genuina de su yo más verdadero.

In the stillness of dawn, when the world still rests, a young woman delicately holds 2 birds in her hands symbolizing the promise and hope that spring with the freshness of youth. This sculpture captures a moment of pure connection and the anticipation of new beginnings. It is an invitation to reflect on the unlimited potential that resides in each of us. The work, made of black clay and brought to life through natural pigments, measures 120 centimeters high and extends on a base of 25 by 30 centimeters. It represents grace, external beauty, strength, and inner light that illuminate the path to our dreams and aspirations. You are presented with the opportunity to welcome this manifestation of beauty and purpose into your environment. Additionally, you will be able to beautify a space with your presence as well as constantly remember the importance of nurturing and protecting the hopes and dreams that propel us forward. Imagine how this young woman with her calm and serene posture, could inspire you every day to live with an open heart, to embrace with love and care those ideals and passions that make her vibrate. Let this work become a beacon of inspiration. A symbol of the eternal rejuvenation of the spirit and the relentless pursuit of happiness and personal fulfillment. This piece is not merely a sculpture. It is a call to rediscover and reaffirm your inner light. To remember that regardless of the stage of life you are in, there is always room for growth, joy and the fulfillment of dreams. Make this figure a testament to her commitment to life, a celebration of the journey toward authenticity and a genuine expression of her truest self.